Un pequeño calvario vivió Víctor Píriz Alves en estas últimas cuatro fechas que pasaron de la B Nacional. Falló un penal clave contra Boca Unidos (30) sobre la hora, que pudo haber sido el 1-1 en el Monumental, y a la semana siguiente en Mar del Plata vio la roja por agresión a un rival. Su pena fueron tres jornadas sin fútbol, en las que Atlético acusó levantar la cabeza pero luego su rendimiento se estancó en arenas movedizas.
Atlético tiene la chance de redimirse ante su gente el lunes, a las 16 (iba a jugarse a las 18.10), contra el peligroso Banfield, el líder del torneo; y Píriz Alves también tiene la chance de redimirse ante la gente, sus compañeros y él mismo, en especial. Será titular el punta uruguayo si Luis Rodríguez no se recupera de una molestia muscular (ver aparte).
“Se viene un partido lindo, esperemos estar a la altura y hacer las cosas que pide el ‘Chulo’. Y nada, hay que ganar y sacar esa bronca por estos partidos que pasaron”, el moreno habla por él mismo y por el resto. La bronca es repartida en el “decano” porque los resultados y el juego no acompañan en este tiempo de vacas flacas.
Si Víctor tiene goles guardados en la cabeza, claro. Sin embargo... “Quiero ganar y que los tres puntos se queden acá y que estemos más tranquilos, así mejoramos las cosas. Hemos tenido muchísimas chances de estar entre los tres que lograrían el ascenso y no las concretamos. Estamos un poco lejos, pero quedan ocho fechas y debemos poner lo mejor”, dispara.
Se sabe, el “taladro” suele ser contundente y agresivo. Si llega al área rival, al menos un susto le crea al rival si no le convierte. Sus 59 conquistas a favor lo dicen todo. “Esperemos lastimarlos cada vez que les lleguemos. Ellos juegan con tres puntas y también son complicados. Por eso tenemos que llegar y ser contundentes”, avisa la “Pantera”, que trata de borrar aquella pena máxima atajada por Matías Garavano y la expulsión contra Aldosivi. “Ya está, pasó. Hay que vivir el presente, aunque esté la calentura. Hay que pensar en lo que viene”, dice un Píriz que no se achica. “¿Si pido patear un hipotético penal? Sí, seguro. El que lo erra es porque intenta patearlo”, concluye.